23 marzo 2006

heineken.es

Bloomington se forman en Cáceres en el año 1994. Fieles a una filosofía de trabajo cercana a los postulados del D.I.Y. y celosos de una independencia que no quieren vender al mejor postor, el grupo dedica los primeros años de su existencia a la creación de canciones y su exposición en directo a todo aquel interesado.

Razón por la que se montan su propio estudio de grabación (Tribal Secret), desde el que en el año 98 lanzan la primera de las cuatro maquetas con las que empiezan a llamar la atención de discográficas y público, gracias a un sonido que tiene sus referentes al otro lado del Atlántico.

Del emo al college-rock, filtrando influencias de Sonic Youth y Sunny Day Real Estate, de los pasajes acústicos a las guitarras afiladas, acudiendo a la psicodelia cuando es necesario o dejando que los instrumentos hablen por si solos sin necesidad de voces que les acompañen en unas letras que, por entonces, se escribían en inglés.

Con la llegada del nuevo siglo, Bloomington debutan en formato largo optando por la autoedición. The Magic Bullet Theory (Indie-Rock Action, 00) les abre nuevas puertas y les permite entrar en contacto con Aloud Music, sello en el que publican su segundo LP: Kill The Rock Stars We Were (Aloud, 03).

Tres años después regresan con Activando La Disidencia (Aloud, 06), álbum producido por ellos mismos y mezclado por ese genio a pequeña escala llamado Santi García (habitual productor de la factoría B-Core). Un disco que supone su definitivo paso al castellano y en el que parecen alejarse un tanto del indie para acercarse a un rock sin aditivos.

Activando La Disidencia tiene en unas melodías intensas y un sonido directo y desnudo obtenido con los mínimos elemento definitivo paso al castellano y en el que parecen alejarse un tanto del indie para acercarse a un rock sin aditivos.

Activando La Disidencia tiene en unas melodías intensas y un sonido directo y desnudo obtenido con los mínimos elementos posibles, el nexo de unión entre nueve canciones que, con títulos que hacen referencia a tiendas de discos convertidas en grandes almacenes (Madrid Rock), míticos combates de boxeo (Cuando Fuimos Reyes) o los grandes ogros del siglo XXI (La Corporación), se convierten en nueve metáforas de nuestra sociedad.

Unas letras de doble fondo que, bajo una apariencia de denuncia política y social, esconden problemáticas mucho más cercanas, cotidianas y personales.

Zigor Cavero

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